Ni modos, le hemos hecho fuerza a los líderes y defensores de la reforma migratoria, pero otra cosa piensan los republicanos en Washington.
Trabajadores inmigrantes también aportan a la economía |
En este 2013, no podemos esperar como regalo navideño que se apruebe o al menos sea discutida una ley que visibilice a los 11 millones de indocumentados que han fijado residencia, familia y trabajo en territorio de Estados Unidos.
El presidente de la Cámara de Representante acabó la semana pasada con toda esperanza cuando le dijo a un grupo de “Dreamers” que nada que ver, que es mejor sentarse a esperar porque la reforma está en el congelador, hasta nueva orden, inclusive es posible que no vuelva a ser desempolvada en 2014.
Una reforma migratoria con legalización y ciudadanía para los indocumentados es imposible, porque no hay voluntad de discutirla en el Congreso… ¡culpa de quien!, vaya usted a saber, porque ahora tanto republicanos como demócratas se están echando la culpa mutuamente.
De momento la culpa la tuvo el proceso electoral que se avecina en 2014 cuando se realizarán las elecciones primarias de miembros del Congreso, en el verano próximo.
La cosa es que si los actuales legisladores logran el triunfo en las primarias, muchos congresistas tienen asegurada la reelección en Noviembre.
Esto significaría que es posible otro año de espera, con la permanente deportación de personas y que cientos de familias se debatan entre la incertidumbre y en la sombra….
Los demócratas apuntan hacia los republicanos y a su líder John Boenner y los activistas –y algunos dentro de Washington- responsabilizan también a los demócratas, por no haberle dado prioridad al tema cuando pudieron hacerlo y tenían la mayoría en ambas cámaras, entre 2008 y 2010.
Los líderes promotores de la reforma aseguran ahora que “Los republicanos podrían ya, si quisieran la reforma forzar la votación, porque hay los votos. Pero los demócratas no pujan tan duro como deberían porque lo usan como tema electoral bueno para ellos y para atacar a los republicanos.
Es decir que entre Songo le dió a Borongondo y Borondongo le dio a Bernabé, pues los indocumentados no tienen más remedio que rezar muchas novenas y pegarse de todos los santos para ablandar el corazón de los políticos que de momento están mirando solo a su propio futuro y la reelección en el Congreso... Eso sería noviembre de 2014…
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